sábado, 21 de mayo de 2016




El centro y la periferia se mantuvieron separadas por montañas y desiertos. Las montañas del Caucáseo, los Himalayas, el desierto de Karakum y el Desierto de Gobi formaban barreras que los jinetes de las estepas sólo podían cruzar con dificultad. Aunque tecnológica y culturalmente los habitantes de las ciudades eran más avanzados, poco podían hacer militarmente para defenderse contra las hordas montadas de las estepas. Sin embargo, las tierras bajas no tenían suficientes praderas abiertas para soportar una gran fuerza de caballería. Por esta razón los nómadas que conquistaron estados en China, India y Oriente medio pronto se vieron obligados a adaptarse a las sociedades locales.

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